soane praz

Mario Praz, la belleza turbia

The barriers that royalty had erected against the nobility, the nobility against the lower aristocracy and the lower aristocracy against the middle class, had fallen, and anyone could furnish his house and dress according to his taste.

Adolf Loos ; Ornament and Crime

Entre los muros del Palazzo Ricci gravita todo el peso de las sombras del que fue su más brillante inquilino: el catedrático, anglista, escritor e inmortal crítico de arte Mario Praz (1896-1982). 

Tras enseñar en la Victoria University de Manchester se trasladó a Roma, donde impartió clases de literatura inglesa en la Universidad de La Sapienza durante treinta años, hasta su jubilación.

Siempre a contracorriente, rechazando todo lo moderno, el solitario profesor -entregado en cuerpo y alma al rigor de su trabajo- poseía una percepción metafísica única, penetrante, irrepetible.

Su estilo táctil deduce todo un mundo de sensaciones, capaz de transmitir el añejo esplendor de cualquier objeto que abarrotaba su apartamento dentro del impresionante palacio romano en la Via Giulia. 

La casa de Praz es una de las últimas y más raras maravillas que se han dado en la Roma contemporánea. 

Se nos presenta como la prueba final de la derrota del arte en manos de la historia.

 

Último heredero de los anticuarios ilustrados Praz es capaz de sentir nostalgia histórica por periodos jamás vividos, con especial predilección por el mobiliario neoclásico, Biedermeier, Segundo Imperio y Regencia. 

Así su inquieto espíritu viaja de habitación en habitación entre ornamentos exteriores e interiores:  bronces, caobas, porcelanas, candelabros, muebles, jarrones, alfombras, contraventanas… 

Una acumulación fetichista de toda clase de objetos que son testigos mudos de un glorioso tiempo pasado.

El maestro romano lo captó en obras esenciales como “La casa de la vida”, “La carne, la muerte y el diablo en la literatura romántica”, «Crónicas anglosajonas”, “Mnemosyne”, “El pacto con la serpiente« o ”La península pentagonal”, documentos fundamentales para comprender la sensibilidad y mentalidad europea del siglo XIX. Praz descubre en el romanticismo el nacimiento del autor como todopoderoso intérprete de su tiempo

Su figura descorazonada, terriblemente sensible, fue captada con genial agudeza por el cineasta Luchino Visconti en la imprescindible Confidencias (1974).

Mario Praz es hoy referente ineludible de la cultura europea contemporánea.